Proteger la lactancia materna. Simple en teoría, difícil en la práctica, esencial para todas las personas.
5 de agosto de 2021
Los inmensos beneficios de la lactancia materna para la salud física y emocional tanto del bebé como de la madre están bien documentados. Para conmemorar la Semana Mundial de la Lactancia Materna, Lucy Westerman, Gerente de Políticas y Campañas de la Alianza de ENT, reflexiona sobre la interferencia de la industria de fórmulas para bebés durante la pandemia.
Proteger la lactancia materna. Tan sencillo. Tan fundamental. Quiero decir, ¿por qué necesitamos hablar de esto como tema para la Semana Mundial de la Lactancia Materna en 2021?
Los inmensos beneficios de la lactancia materna para la salud física y emocional tanto del bebé como de la madre están bien documentados. La leche materna proporciona a los bebés todos los nutrientes que necesitan en sus primeros meses de vida, lo que favorece el desarrollo de un sistema inmunológico saludable y les protege contra la desnutrición infantil y la mala salud a lo largo de su vida. Como fuente de alimento natural y sostenible, también tiene beneficios económicos y ambientales y es un elemento esencial del sistema alimentario que no se aprecia lo suficiente.
Entonces, parece obvio que "protegemos y promovemos la lactancia materna". Pero en todo el mundo, algunos trabajan activamente para sembrar dudas en las mentes de las madres y los padres sobre cómo alimentan a sus bebés y pequeños, con la intención de inducirlos para que usen sucedáneos de la leche materna.
En marzo de 2020, estaba navegando por mis redes sociales cuando apareció un anuncio con la imagen de un bebé recién nacido en brazos. El slogan decía: "Emma, nació en una pandemia". El anuncio era para un servicio de "apoyo materno" operado por la empresa de sucedáneos de la leche materna, Aptamil, una subsidiaria de la multinacional Danone. Siguiendo los enlaces, me invitaron a unirme al AptaClub para padres y madres, donde la letra pequeña me decía que esto implicaba que aceptaba feliz recibir sus materiales promocionales de vez en cuando.
No, gracias.
Esta estrategia no es poco frecuente, como lo documentamos en nuestro informe con SPECTRUM Signalling Virtue, Promoting Harm ('Señalar la virtud, promover el daño', informe solo en inglés). Actividades similares han sido informadas por Baby Milk Action y en la OMS UNICEF IBFAN con el informe de situación 2020, Marketing of breast milk substitutes: national implementation of the international code, status report 2020 (Comercialización de sucedáneos de la leche materna: implementación nacional del código internacional).
En China, la industria láctea trabajó arduamente para garantizar que sus productos de fórmula láctea fueran vistos como estimulantes del sistema inmunológico y 'más seguros' como parte de la respuesta a la pandemia, con marcas que brindan atención médica, asistencia virtual y entrega de fórmula a domicilio a madres aisladas. En México, las marcas de sucedáneos de la leche materna se asociaron con las farmacias para promover sus fórmulas lácteas junto con obsequios para personas en situación de pobreza.
Estas prácticas son una violación directa del Código Internacional de Comercialización de Sucedáneos de la Leche Materna, que establece un marco de política para regular la comercialización de fórmulas para lactantes y para bebés y niñas y niños pequeños. Publicado en 1981, se implementó para garantizar que los sucedáneos de la leche materna nunca se promocionen por encima de la lactancia materna, luego de una disminución en las tasas de lactancia materna en aquel momento.
A pesar de la intención de este Código, reconocido mundialmente, de detener este tipo de prácticas, en Indonesia, Camboya y en todo el sudeste de Asia, los minoristas de la comunidad local amplificaron los mensajes comunes de que las inmunoglobulinas en las fórmulas infantiles replicaban las de la leche materna y proporcionaban cualidades de refuerzo de la inmunidad esenciales para los bebés, sugiriendo falsamente que sus productos eran necesarios para proteger al bebé del coronavirus.
Este tipo de alarmismo se aprovechó de la ansiedad de las madres y padres, animándolos a estimular el sistema inmunológico de sus bebés con un producto comercial. Uno incluso tuvo el descaro de utilizar una foto del Director General de la OMS, Dr. Tedros, en una de sus promociones, sugiriendo que estaba respaldando sus productos. Tanto la OMS como UNICEF articularon claramente a lo largo de la pandemia las ventajas de la lactancia materna continua, así como una guía sobre cómo las madres pueden alimentar a los bebés de manera segura en caso de que desarrollen el virus, y la importancia de proteger la nutrición infantil de los intereses de las grandes empresas que dirigen sus productos a familias vulnerables.
Décadas de evidencia, incluida la que surgió en los últimos 18 meses, ha confirmado que la leche materna proporciona funciones de refuerzo de la inmunidad superiores en comparación con los sucedáneos de la leche materna y, de hecho, a menudo es más segura ya que no requiere agua esterilizada ni condiciones para que las y los bebés estén alimentados.
Si bien las tasas de lactancia materna han aumentado desde que se aprobó el código de comercialización de sucedáneos de la leche materna, todavía queda un largo camino por recorrer. Esperamos que más países respalden el Código y promulguen recomendaciones para garantizar que las prácticas de la industria, como las que proliferaron durante esta pandemia, no dañen la salud de las y los bebés. Proteger, promover y apoyar la lactancia materna sigue siendo una de las cosas más importantes que podemos hacer por la salud y el desarrollo infantil. No hay duda de que la lactancia materna es algo que deberíamos proteger.
Acerca de la autora
Lucy Westerman (@lewest) es la Gerente de Políticas y Campañas de la Alianza de ENT (NCDA). Lucy dirige las actividades de políticas para la promoción de la salud y prevención de las ENT de la Alianza de ENT, centrándose especialmente en el consumo de alcohol, la nutrición, la actividad física y cuestiones transversales como la influencia de los determinantes sociales, comerciales y ambientales en la salud.