Ginebra, 16 de octubre de 2019 - Hoy, en el Día Mundial de la Alimentación, la Alianza de ENT (NCD Alliance) elogia los esfuerzos cada vez mayores de organizaciones internacionales, como UNICEF, OCDE, FAO y OMS, para responder al desafiante perfil de la malnutrición y el hambre.
Las cifras recientemente publicadas, como las de UNICEF y la OCDE, dejan en claro que todas las partes del mundo enfrentan múltiples formas de malnutrición, al no haber atendido los viejos desafíos del hambre y la desnutrición, pero también porque han permitido un aumento del sobrepeso y la obesidad. Durante demasiado tiempo, la comunidad del desarrollo se ha centrado en la desnutrición de forma aislada, pero este Día Mundial de la Alimentación marca un cambio radical para priorizar todas las formas de desnutrición y para reconocer la necesidad de una reforma sistémica de los entornos alimentarios.
En medio de la Década de Acción sobre Nutrición y antes de la Cumbre de Nutrición para el Crecimiento 2020 en Japón, es crucial que las agencias y organizaciones internacionales continúen elevando el perfil y den prioridad a las formas cada vez más preocupantes de malnutrición que tienen implicaciones que cambian la vida y pueden volverse crónicas.
Sin una atención urgente a la dieta, en tanto el principal factor de riesgo de enfermedades no transmisibles (ENT), millones de personas más se verán afectadas por afecciones relacionadas con la alimentación, incluidas enfermedades cardiovasculares, derrames cerebrales, cánceres, diabetes, demencia y afecciones de salud mental que requieren apoyo a largo plazo, atención y tratamiento.
En el Día Mundial de la Alimentación, instamos a todas las personas y organizaciones interesadas a que asuman el lema del Día Mundial de la Alimentación de este año, "
Una alimentación sana para un mundo #HambreCero", más allá del 16 de octubre.
Nutrir a todas las personas optimiza la sostenibilidad ambiental, mejora la calidad de vida y mejora y proteger la salud y el desarrollo económico de todos los países
Ya no podemos darnos el lujo de centrarnos solo en alimentar a las personas del mundo con escasa atención a los costos de salud a largo plazo de los sistemas alimentarios disfuncionales.