Publicación del segundo Informe de la Comisión de la OMS sobre ENT - Declaración de la Comisionada Katie Dain
11 de diciembre de 2019
11 de diciembre de 2019
Desde su creación en 2017, la Comisión Independiente de Alto Nivel sobre Enfermedades No Transmisibles (ENT) de la OMS ha convertido en una cuestión prioritaria la creación de liderazgo político al más alto nivel en esta urgente crisis de salud mundial, y la composición de las representaciones es testimonio de eso. Quisiera agradecer personalmente a los copresidentes, Sania Nishtar y al liderazgo de los gobiernos de Uruguay, Finlandia, Sri Lanka y la Federación de Rusia por allanar el camino para que otros lo sigan.
Este segundo informe de la Comisión llega en un momento crítico para la respuesta de las ENT. Hemos sido testigos de una gran cantidad de compromisos políticos contra las ENT en los últimos años, pero les ha faltado el grado de ambición y urgencia necesarios para realmente curvar la tendencia de las ENT. El multilateralismo en su conjunto se ve amenazado y, como resultado, la salud y las ENT son uno de los muchos problemas sobre los que impacta. Tenemos un creciente conjunto de soluciones e intervenciones rentables que sabemos que salvan vidas y ahorran dinero, sin embargo, la brecha entre este conocimiento y la acción nunca ha sido mayor, ya que los gobiernos simplemente no invierten ni implementan a la escala necesaria. En consecuencia, el logro de los objetivos para las ENT al 2025 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible al 2030 se está convirtiendo rápidamente en una realidad lejana para la mayoría de los países.
En este contexto, el segundo informe de la Comisión ofrece ocho recomendaciones al Director General de la OMS sobre cómo los países y la comunidad internacional pueden tomar medidas colectivamente para corregir esta trayectoria problemática. Estas ocho recomendaciones fueron el resultado de largas discusiones y negociaciones. Como representante de la sociedad civil, creo que la Comisión en general podría y debería haber ido más allá con sus recomendaciones y elevar las exigencias. Sin embargo, como un paquete, proporcionan una hoja de ruta sólida y equilibrada para un avance rápido y buscan "conectar" las ENT a otras prioridades políticas globales, como la Cobertura Universal de Salud y el Índice de Capital Humano.
En particular, recibo con beneplácito la recomendación 7, que alienta a los gobiernos a involucrar y a comprometer significativamente a la sociedad civil, las comunidades y las personas que viven con ENT. La sociedad civil es quien define las demandas y donde se encuentran los y las activistas, defensores, agentes de cambio, expertos, implementadores y vigilantes de probada eficacia. A pesar de estos roles únicos, la comunidad internacional ha tardado en reconocer e involucrar a la sociedad civil y a las personas que viven con ENT de manera significativa. Esto es un error. Por la respuesta al SIDA sabemos que lograr que la sociedad civil sea parte integral de la respuesta es posible y muy beneficioso para los resultados de salud, en escala y sostenibilidad. Espero que este informe de la Comisión provea de más evidencia e impulso para un cambio de mentalidad y prácticas a este respecto.
Aunque hubo una gran disposición de los copresidentes para tener en cuenta todas las opiniones y perspectivas de los comisionados durante todo el proceso, no pude apoyar la recomendación 6, que insta a la OMS a crear una nueva plataforma global para aumentar la participación del sector privado. Si bien apoyo totalmente la necesidad de involucrar al sector privado relevante en la respuesta para prevenir y controlar a las ENT, no creo que una plataforma sea la mejor manera de lograrlo. Ya se han probado y probado plataformas similares a nivel regional y nacional, y no se han podido entregar a la salud pública. Estas plataformas a menudo han proporcionado un vehículo para que las industrias de alimentos, bebidas y alcohol promuevan enfoques voluntarios ineficaces como la autorregulación, además de las medidas políticas, legislativas, fiscales y regulatorias basadas en evidencia dentro de las Mejores Compras de la OMS que sabemos funcionan. La composición y el equilibrio de poder de tales plataformas a menudo tienen un gran peso hacia la representación de la industria, por lo tanto, el potencial de conflicto de intereses es enorme, brindando oportunidades para que las industrias de productos no saludables se acerquen a la OMS para influir e interferir en las políticas públicas. En general, creo que sería una distracción y podría desviar la atención y los recursos limitados de prioridades más apremiantes, como apoyar a los gobiernos de los países de ingresos bajos y medianos para hacer frente a la interferencia de la industria.