
Nuestro mundo digital es revelador. Y no solo por lo que publicamos, lo que nos gusta y lo que compartimos. La “digitalización total” está arrojando luz sobre las brechas y las desigualdades evidentes, y no menos en el ámbito de la salud. Ha sido necesaria una pandemia para enfatizar que la conectividad digital, el acceso y la telemedicina son grandes herramientas, pero también que la falta de ellas a veces puede significar la diferencia entre la vida y la muerte. Y ya sea que la llamemos salud móvil, salud electrónica, telemedicina o atención médica digital integral, la opción para una persona de ser vista, diagnosticada y tratada sin la necesidad de una visita en persona está en juego más que nunca. De hecho, el “distanciamiento médico” eficiente ha aumentado en estos tiempos sin precedentes, pero todavía no para todas las personas.
La atención médica digital está creciendo, al igual que la incidencia de enfermedades cardiovasculares o cardíacas (ECV) y accidentes cerebrovasculares, que ahora supera los 18 millones de muertes cada año, muchas de ellas en países de ingresos bajos y medianos (PIBM). Debido a que muchas herramientas no invasivas están disponibles en la medicina cardiovascular, es probable que el corazón sea un área importante de desarrollo en la atención médica digital. La atención médica digital puede ayudar a monitorear a las y los pacientes de forma remota y no invasiva. Las plataformas digitales pueden conectar farmacias y permitir que los farmacéuticos se capaciten para brindar asesoramiento a las personas que viven con enfermedades cardiovasculares o derrames cerebrales. Además de las consultas remotas, también hay dispositivos portátiles que incluyen relojes inteligentes y dispositivos más sofisticados que leen los datos del usuario desde microchips y sensores integrados. Otros ejemplos incluyen dispositivos de electrocardiograma (ECG) portátiles o aplicados al pecho conectados a teléfonos inteligentes que pueden registrar el ritmo cardíaco y ayudar a diagnosticar latidos cardíacos irregulares cuando se trata de fibrilación auricular.
La expansión debe abordar la inclusión
Muchas personas que padecen enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares que sucumben a ellas viven en entornos de bajos recursos y, a menudo, se ven excluidas del acceso digital o de la salud digital. Además, las personas que viven en zonas rurales, lejos de la primera clínica disponible, no están cubiertas por ningún instrumento sanitario. Y la población de mayor edad podría estar menos acostumbrada a la idea de soluciones a través de canales digitales.
Poniéndose al día
¿Cuáles son algunos de los pilares clave del éxito en la atención médica digital? El aprovechamiento de la tecnología [5] debe basarse en inversiones, infraestructura, educación y protección de datos que ayuden a generar la confianza pública. La integración de la alfabetización digital en los esfuerzos educativos generales aumentará los niveles de comodidad para muchos que no están acostumbrados a la tecnología como recurso de salud, incluidos los que forman parte del personal sanitario.
Acerca del autor
Jean-Luc Eiselé (@jletwit, @worldheartfed) es el Director Ejecutivo de la Federación Mundial del Corazón (WHF), que marca el 29 de septiembre como el Día Mundial del Corazón [6]. Se formó como bioquímico en el Biozentrum de Basilea y el Instituto Pasteur de París, y ha trabajado en el campo de la gestión de asociaciones médicas durante casi 20 años. Se unió a la Federación Mundial del Corazón (WHF) como Director Ejecutivo en mayo de 2017, fortaleciendo el modelo y el enfoque en la comunicación y la incidencia y el compromiso de sus miembros. #WorldHeartDay #UseHeart
Este artículo fue publicado en World Economic Forum Agenda [7]. Agradecemos a la World Heart Federation [8] por el permiso para compartirlo en nuestra página web.